Estuvimos comiendo de hamburguesas y patatas en este sitio, aunque también tienen más variedad de platos, fui tradicional y sin comerme la cabeza y me pedí una hamburguesa con patatas y una jarra de cerveza y mi pareja pidió un plato de sopa y un plato de carne con patatas y puré, algo muy típico en la Suiza como en Alemania. El local esta decorado todo de madera y había gorriones revoloteando por el bar, algo muy gracioso pero muy guarrete ya que se iban cagando por todos lados y quizás había riesgo de que te cayera un mini alimento descompuesto del gorrioncito. Muy lindo pero, joder!! Con la comida no se juega. El restaurante esta bien situado, justo a la entrada del pueblo de Zermatt, donde te deja la parada del tren y al lado de la oficina de Informacion.